Un estiramiento es una técnica de puesta en tensión de los tejidos involucrados en la maniobra. De hecho, los estiramientos son una herramienta de la cual podemos servirnos en nuestra vida para mejorar y mantener un buen estado general del aparato locomotor.

Como toda herramienta, debemos saber cómo utilizarla y cuáles son los tipos de estiramientos de los cuales podemos echar mano.

Quédate para saber más sobre este tema tan popular como desconocido.

Los estiramientos no son sólo para los músculos.

Cuando hablamos de estiramientos suele pensarse en músculo o tendones. Pero la realidad es que un estiramiento puede poner en tensión y movilizar también otros tejidos como fascias, ligamentos, cápsulas articulares… Esto dependerá de cómo construyamos la palanca de tensión y la posición del cuerpo. Una persona que necesita ganar movilidad articular en la cadera necesitara estiramientos en los que se pongan en tensión músculos y otras maniobras específicas para la articulación (en este vídeo sobre movilidad de hombro intentamos ser muy específicos sobre la movilidad articular).

¿Has leído que los estiramientos no son útiles?

No es tanto la técnica en sí la que no es efectiva, sino cómo y cuando se aplica. Si solo pensamos en los estiramientos pasivos “de toda la vida” realizados técnicamente mal, su efectividad se ve en entredicho. Además, el objetivo no debe ser buscar un cambio en la “longitud” del músculo o del tendón, pues acabaremos decepcionados. Una puesta en tensión de los tejidos puede tener como beneficios la relajación muscular, el aumento de la circulación sanguínea, reducción del dolor, mejora del movimiento, preparación para la actividad física, mejora de la recuperación tras una actividad deportiva…

Algunos tipos de estiramientos: ¿cuándo se usa cada uno?

La clave de cualquier estiramiento, ya sea activo o pasivo, es una correcta colocación de los segmentos que queremos movilizar. Hay que tener en cuenta que lo más importante no es que la tensión sea fuerte, sino que ésta se dé en el tejido que queremos. Para eso debemos ser muy meticulosos en la colocación y estar seguros que estamos estirando el tejido diana. A continuación expondremos algunos tipos de estiramientos:

• Estiramientos pasivos globales + activación: ideales en calentamientos precompetitivos. Se busca una puesta en tensión de cadenas musculares amplias con intensidad leve y posteriormente se activan esos grupos musculares con movimientos. Preparan al cuerpo para el gesto deportivo
• Estiramientos en contracción/relajación: muy buenos para reducir el tono muscular en aquellos músculos tensos que pueden presentar puntos gatillo. Ponemos el músculo en tensión y lo activamos en una contracción isométrica suave contra resistencia durante algunos segundos. Al relajar aumentamos la tensión.
• Estiramientos articulares: objetivo, mejorar la movilidad articular. Son maniobras donde evitamos tensar músculos para ser muy efectivos en los tejidos propios de la articulación.
• Estiramientos excéntricos: su meta es mejorar la capacidad del tendón y del músculo para absorber cargas. El vídeo explica de forma gráfica en qué consiste.

Conclusión sobre los estiramientos:

Estirar no sólo significa poner un músculo en tensión. Dependiendo del objetivo existen muchas técnicas diferentes de estiramiento que pueden ayudarnos a mejorar nuestro sistema músculo-esquelético. Conocerlos puede ser muy útil para mejorar nuestra práctica deportiva o para reducir nuestro dolor en ciertos momentos. Como hemos leído ya sea antes de la actividad deportiva o después, la maniobra será diferente.

En muchas de nuestras consultas con pacientes, nos damos cuenta que parte del problema es una falta de movilidad articular. Este hecho puede llevar al sistema músculo-esquelético a trabajar mal y, con el paso del tiempo, producir lesiones. En estos casos, las rutinas de movilidad articular pueden ser un gran factor preventivo.

En cualquier caso, si sigues teniendo dudas, puedes encontrarnos en nuestra clínica de fisioterapia en Málaga para recuperar tu mejor tú.