El apego es un término que se utiliza en psicología y en el desarrollo infantil para describir el vínculo emocional que se forma entre un niño y sus cuidadores primarios, generalmente los padres o quienes desempeñan ese papel.
Este vínculo se desarrolla a lo largo de los primeros años de vida y tiene un impacto significativo en el desarrollo social y emocional de un niño.
La teoría del apego ha tenido gran impacto en la psicología y ha influido en la terapia y la investigación en áreas como la crianza, el desarrollo infantil y la psicopatología.
También ha llevado al desarrollo de diferentes escalas de evaluación el apego para ayudar a los profesionales a comprender y abordar los problemas del apego en la infancia.
Un poco de historia
La teoría del apego fue desarrollada por el psicólogo británico John Bowlby, en los años 1969-1980), que defendía que los seres humanos tenemos una tendencia innata a buscar la proximidad y contacto con sus figuras de apego, sobre todo en momentos de angustia o peligro.
Todo comenzó cuando Bowlby trabajó con niños separados de sus padres que estaban institucionalizados, y encontró comportamientos y respuestas emocionales que eran comunes en todos ellos. Estos comportamientos eran una fuerte necesidad de establecer y mantener la proximidad con sus cuidadores principales, especialmente en las situaciones de estrés y peligro.
Observó que los niños buscaban el contacto físico, la seguridad y el consuelo de sus figuras de apego para calmar esa angustia y restablecer la sensación de seguridad. Además descubrió que la calidad de la relación de apego entro el niño y el cuidador principal tenía un impacto significativo en el desarrollo emocional y en la forma en la que el niño interactuaba con el mundo que le rodea.
Principios de la teoría del apego
Encontramos cuatro postulados en la teoría del apego:
- NECESIDAD INNATA DE APEGO: los seres humanos tienen una necesidad biológica innata de formar fuertes lazos emocionales con las figuras de apego. Esta necesidad de apego se manifiesta especialmente en situaciones de estrés o peligro, cuando el niño busca proximidad y consuelo de su figura de apego.
- MODELO INTERNO DE TRABAJO: los niños desarrollan una representación mental de como funcionan las relaciones basadas en sus experiencias de apego temprano. Este modelo interno de trabajo influirá en como se relacionarán con los demás a lo largo de su vida.
- SENSIBILIDAD Y CAPACIDAD DE RESPUESTA DEL CUIDADOR: la calidad del apego depende en gran medida de la sensibilidad y la capacidad de respuesta del cuidador hacia las necesidades emocionales del niño. Los cuidadores que son sensibles, cálidos y consistentes en sus respuestas fomentan un apego seguro y saludable.
- IMPACTO EN EL DESARROLLO: la calidad del apego en la infancia tiene un impacto significativo en el desarrollo emocional, social y cognitivo del niño. Los niños con apego seguro tienen a desarrollar relaciones más saludables y una mayor autoestima en la adultez, mientras que los problemas en el apego pueden contribuir a dificultades emocionales y de relaciones en la vida adulta.
Tipos de apego
- APEGO SEGURO: los cuidadores de estos niños son sensibles y receptivos a las necesidades emocionales de sus hijos. Responden de manera consistente y amorosa cuando el niño los necesita. Como resultado, los niños con apego seguro tienden a ser más independientes, tienen una autoestima más alta y se sienten cómodos explorando el mundo que les rodea.
- APEGO ANSIOSO O AMBIVALENTE: en este tipo los niños pueden mostrar ansiedad y preocupación sobre la disponibilidad de los cuidadores. Los cuidadores son inconsistente en sus respuestas a as necesidades emocionales del niño, a veces respondiendo de manera sensible y otras veces siendo menos receptivos. Los niños con este tipo de apego se pueden volver muy dependientes de sus cuidadores y pueden tener dificultados para explorar de manera independiente. Suelen buscar constantemente la atención y la cercanía de sus cuidadores.
- APEGO EVITATIVO: los niños pueden mostrar resistencia a la proximidad emocional con sus cuidadores. Estos puede deberse a que los cuidadores a menudo son distantes, insensibles o rechazantes en sus respuestas a las necesidades emocionales del niño. Así los niños pueden aprender a evitar mostrar sus emociones y a depender menos de los demás. Pueden parecer independientes, pero en realidad están reprimiendo sus necesidades emocionales.
- APEGO DESORGANIZADO: es una mezcla entre el ansioso y el evitativo. Estos niños pueden mostrar una falta de estrategias coherentes para lidiar con la relación con sus cuidadores. Esto puede deberse a experiencias traumáticas o a cuidadores que son incoherentes en sus respuestas emocionales.
Es importante recalcar que el tipo de apego no es estático y puede cambiar a lo largo del tiempo en repuesta a experiencias y relaciones. Además, no todas las personas encajan perfectamente en uno de los tipos de apego, ya que las relaciones humanar son complejas y multifacéticas.
Sin embargo, la teoría del apego proporciona una base útil para comprender cómo las relaciones tempranas pueden influir en el desarrollo emocional y social a lo largo de la vida.
Problemas que se pueden dar si no hay apego seguro
- ANSIEDAD POR SEPARACIÓN: los niños experimentan ansiedad intensa cuando se separa de sus cuidadores. Tienen miedo de que algo malo les suceda o que le abandones, afectando a la capacidad de separarse de forma tranquila y realizar actividades diarias como ir a la escuela.
- DIFICULTAD PARA MANEJAR LAS EMOCIONES: tener cambios de humor frecuentes, dificultades para calmarse cuando están enfadados o problemas a la hora de expresar sus sentimientos adecuadamente. Pueden tener rabietas, comportamiento agresivo o retraimiento emocional.
- PROBLEMAS DE CONDUCTA: muestran conductas desafiantes hacia las figuras de autoridad, dificultades para seguir las reglas, impulsividad o comportamiento disruptivo. Estos comportamientos pueden ser una forma de expresar la inseguridad emocional y buscar atención o control en sus relaciones.
- BAJA AUTOESTIMA Y DIFICULTADES EN LAS RELACIONES: tienen una visión negativa de si mismos, se sienten poco valorados o incapaces de establecer relaciones con los demás. Incluso tener dificultades para confiar en los demás.
- TRASTORNO DE APEGO REACTIVO: ocurre en casos más graves cuando no se ha tenido una figura de apego constante o han experimentado abusos. Tienen dificultades para establecer relaciones significativas, mostrar faltas de emociones positivas hacia los demás y comportamientos inapropiados.
Promover el apego seguro
Fomentar el apego seguro en la relación con un hijo es esencial para su buen desarrollo emocional y social. Vamos a ver unas estrategias para promover este tipo de apego.
- RESPUESTA SENSIBLE A LAS NECESIDADES DEL NIÑO: prestar atención a las señales emocionales y a las necesidades del hijo. Responder de manera rápida y sensible cuando el hijo busca la atención, consuelo o interacción. Esto les ayudará a sentirse seguros y comprendidos.
- ESTABLECER RUTINAS Y CONSISTENCIA: los niños se sienten más seguros cuando tienen rutinas predecibles. Tratar de mantener una rutina para las actividades diarias (comida, baño, hora de dormir…), esto ofrece al niño un sentido de seguridad y control.
- OFRECER CONTACTO FÍSICO Y AFECTO: el contacto físico, como abrazar o besar, es una forma importante de expresar amor y seguridad. El contacto físico libera hormonas que promueven el bienestar emocional.
- JUEGO Y EXPLORACIÓN CONJUNTA: participar en juegos y exploración fomenta la conexión emocional y ayuda a los niños a desarrollar habilidades sociales y cognitivas.
- COMUNICACIÓN Y ESCUCHA ACTIVA: escuchar y validar las emociones del niño, animar a que exprese sus sentimientos y pensamientos, fortalece la relación y la confianza mutua.
- ESTABLECER LÍMITES DE MANERA AMOROSA: los límites son importantes para la seguridad y el desarrollo del niño. Los límites deben ser claros y coherentes, pero hay que hacerlo de manera amorosa y comprensiva, explicando por qué esas reglas son necesarias y como ayudan a su seguridad.
- PROMOVER LA INDEPENDENCIA GRADUALMENTE: a medida que el niño va creciendo, hay que permitirle asumir gradualmente más responsabilidad y autonomía. Esto ayuda a desarrollar una sensación de competencia y confianza en si mismos.
- CUIDAR DE TI MISMO: el cuidado del cuidador es importante para la promoción del apego seguro. Buscar apoyo cuando sea necesario y gestionar el estrés de manera saludable para poder estar disponible emocionalmente para el niño.
- TIEMPO DE CALIDAD: estar a solas con tu hijo y hacer actividades especiales. Estos momentos fortalecen el vínculo.
- EDUCACIÓN CONTÍNUA: aprender sobre desarrollo infantil y las necesidades emocionales del niño a medida que crece. La compresión de las etapas del desarrollo y las necesidades cambiantes del niño ayudará al cuidador a adaptarse y responder de manera efectiva.
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