Trastorno Por Déficit De Atención E Hiperactividad

trastorno-deficit-atencion-hiperactividad-sintoma-tdah

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es un trastorno que afecta a la atención, siendo de carácter neurobiológico, crónico y evolutivo. Probablemente de transmisión genética.

Se caracteriza por la dificultad de la atención voluntaria, por la falta de control de impulsos y por la hiperactividad motora y/o vocal.

Se considera el trastorno del neurodesarrollo más frecuente. Lo padece entre un 59,-7,1% en niños y un 5% de adultos. Aunque el curso es crónico, los síntomas suelen disminuir con la edad. Es más común en varones.

Un poco de historia sobre el Trastorno de Atención e Hiperactividad

El primero en referirse a lo que actualmente se conoce como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad fue el médico alemán Weikard en un artículo sobre trastornos de atención en 1775. Para él, los niños con falta de atención eran imprudentes, descuidados, caprichosos, dejaban las cosas a medias y realizaban las tareas de manera desorganizada.

En 1798, Crichton describe un cuadro clínico que describe las características de lo que hoy conocemos como TDAH con predominio inatento. Se pensaba que se detectaba a una edad temprana y desaparecía en la edad adulta.

Sin embargo, la primera referencia científica que se hace sobre el TDAH como trastorno se atribuye al pediatra George F. Still en 1902, en una publicación donde observa a 43 niños con inatención y conducta hiperactiva e impulsiva. Lo llamó defecto del control moral donde hacía referencia a niños con dificultades para mantener la atención, falta de pensamiento reflexivo y con excesiva actividad motora.

En 1937, se descubre la utilidad de la benzedrina, un psicoestimulante para el tratamiento de síntomas de inatención e hiperactividad.

Es a partir de 1965 cuando se empieza a incluir en las clasificaciones diagnósticas. Y en 1980 el DSM III lo incorpora como un trastorno, pero con otras denominaciones como “trastorno del déficit de atención con o sin hiperactividad” y en 1994 en el DSM-IV se introduce el término “trastorno de déficit de atención e hiperactividad” y se definen los tres subtipos que se mantienen en la actualidad: inatento, hiperactivo-impulsivo y combinado.

Síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad son conductas que de una manera moderada son característicos en los niños, como por ejemplo mostrar interés únicamente por lo que les interesa, no respetan algunas normas…

Por lo que para que se considere un problema deben presentarse en un mayor grado que el resto de los niños de su edad.

Se divide en tres tipos de síntomas: de inatención, de hiperactividad y de impulsividad.

Síntomas de Inatención

  • A menudo falla en atender a detalles, se equivoca.
  • Dificultad para mantener la atención sostenida en tareas o juegos.
  • Parece no escuchar cuando le hablan.
  • A menudo no sigue las instrucciones, no termina los trabajos.
  • Dificultad para organizar sus tareas.
  • Evitan actividades que exijan atención sostenida.
  • Pierde los útiles.
  •  Se distraen fácilmente con los estímulos externos.
  • Se le olvidan las cosas.

Síntomas de Hiperactividad

  • Se mueven constantemente en su asiento.
  • Habla sin parar.
  • Suele ir de un lado para otro, tocando y jugando con todo lo que está a su alcance.
  • Problemas para sentarse y mantenerse sentado.
  • Estar en constante movimiento.
  • Es incapaz de realizar tareas completas que requieran tranquilidad.

Síntomas de Impulsividad

  • Ser muy impaciente.
  • Dificultad para esperar cosas que quiere o esperar su turno en los juegos.
  • Interrumpe conversaciones o las actividades de los demás.
  • Hace comentarios inapropiados, mostrando sus emociones sin reparo.
  • Ataques de rabia.
TDAH ataques de rabia

Desde el punto de vista NEUROPSICOLÓGICO, los niños con TDAH presentan una alteración en distintos componentes de las funciones ejecutivas como el sistema inhibitorio, la vigilancia, la memoria de trabajo y la planificación.

Tipos de TDAH

TIPO INATENTO: es más frecuente en niñas (30%) que en niños (16%). Se caracteriza por no prestar atención a lo que están haciendo, siendo tranquilos y sin conductas disruptivas. Los niños con este tipo manifiestan sus dificultades en menor medida que el resto.

TIPO HIPERACTIVO-IMPULSIVO: es el menos frecuente de los tres tipos, y afecta por igual en niñas (5%) que en niños (4%). Estos niños tienen los síntomas de hiperactividad e impulsividad.

TIPO COMBINADO: es más frecuente en niños (80%) que en niñas (65%) y el más común en toda la población. Presentan síntomas de atención e hiperactivos-impulsivos.

Factores de riesgo de TDAH

Aunque no existe una etiología exacta, numerosos estudios avalan su origen neurobiológico. La heredabilidad interactuando con los factores ambientales aumenta el riesgo de padecerlo.

  • Genética: se han identificado 8 genes y 7 de ellos han mostrado una asociación significativa con el TDAH. Además investigadores españoles han constatado la participación de los factores neurotróficos (NTF) en la susceptibilidad genética del TDAH.
  • Heredabilidad: que un familiar tenga TDAH aumenta la probabilidad de padecerlo (el 60-70% de los casos se explican por esta heredabilidad) y si es uno de los progenitores lo aumenta en un 8,2% más.
  • Prematuridad.
  •  Encefalopatía hipóxicoisquémica.
  • Bajo peso al nacer.
  • Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas durante el embarazo.
  • Exposición al plomo y al zinc.
  • Traumatismos craneoencefálicos en la primera infancia.
  • Problemas familiares.
  • Otros trastornos psicológicos de los padres.ç
TDAH problemas para concentrarse

¿Cómo se diagnostica el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

Como hemos comentado en el apartado de los síntomas, las características de un niño con TDAH son las mismas que las de un niño sin ningún problema pero con mayor grado de intensidad.

En la actualidad se está poniendo de “moda” diagnosticar a los niños de TDAH sin haberle observado o someterlo a unas evaluaciones. Aunque sea un diagnóstico con alto porcentaje de incidencia y prevalencia, no significa que la mayoría de los niños tengan este trastorno y debemos de ser muy cautelosos en ese aspecto, sobre todo los profesionales del sector (psicólogos, neuropsicólogos, profesores, orientadores…)

Para la evaluación y diagnóstico se deben seguir unos pasos:

HISTORIA CLÍNICA:  se debe de hacer una buena anamnesis hablando con los padres, niño y si puede ser profesores para recoger datos relacionados con: síntomas actuales y pasados (dificultades en su vida diaria), historia del desarrollo, antecedentes perinatales, antecedentes familiares de enfermedades físicas o psicológicas, si hay algún tipo de conflicto familiar, estilo educativo, factores que puedan estar estresando al niño…

OBSERVACIÓN DIRECTA: esto ayuda para observar que síntomas están interfiriendo en el funcionamiento social y académico. Vemos si el niño participa, si lo hace correctamente, como se expresa, los intereses que tiene, si mantiene la atención, su interés cuando hace alguna tarea, si presenta alguna esterotipia, su capacidad de entendimiento y reflexión, etc.

EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA: se le pasa al niño una serie de cuestionarios y entrevistas para recoger información sobre los dominios cognitivos afectados. Tenemos en cuenta que no nos podemos fiar simplemente en las puntuaciones de los test (solo son números orientativos), los especialistas deben saber interpretar.

Tratamiento del trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

MEDICACIÓN: los medicamentos ayudan a reducir los síntomas, pero no curan el trastorno. Los niños con TDAH sufren un desequilibrio de dos neurotransmisores (sustancias químicas del cerebro): dopamina y noradrenalina. Existen los fármacos psicoestimulantes (metilfenidato) que aumenta los niveles de dopamina en el cerebro y mejora la inatención y la hiperactividad. Hay otros fármacos no estimulantes (atomoxetina), este es más beneficioso que el anterior en que no tiene potencial de abuso, puede mejorar la ansiedad y no empeora los tics. Siempre recetado y con las pautas del médico que conozca la historia del niño y le haga un seguimiento posterior.

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO: promovemos el cambio en el comportamiento, modificando el entorno físico o social. Es muy eficaz a la hora de ayudar a los padres y el entorno para poder entender y manejar al niño. Se utilizan técnicas de modificación de conducta (p.ej: economía de fichas, o contrato de contingencias), manejo de autocontrol, uso de autoinstrucciones, entre otras. Con las técnicas que se utilizan se busca: identificar aspectos que estén provocando malestar, modificar las conductas problemáticas, establecer reglas claras, incrementar el éxito en sus actividades, dar valor a las recompensas, descubrir sus posibilidades y potenciarlas.

REHABILITACIÓN NEUROPSICOLÓGICA: la cual busca cambios a nivel funcional a través de la estimulación de las funciones cognitivas que tiene déficit, estimulación de las funciones preservadas y compensación con las que tienen déficit, establecer nuevos patrones cognitivos para sustituir déficits. A través del juego conseguimos todo esto, llegando a mejorar la vida diaria del niño y del entorno, que es nuestro objetivo principal.

Si tienes alguna duda, necesitas ayuda con algún familiar que padezca TDAH o tengas sospechas de ello, podemos ayudarte en nuestra clínica en Málaga.

Publicado 

Categorías

Contenidos:

Consulta telefónica gratis

Si tienes alguna dolencia y no sabes cómo podemos ayudarte, reserva una consulta telefónica gratuita y habla directamente con nuestro equipo de fisioterapeutas. No te quedes con ninguna duda.