Control Emocional. Técnicas y beneficios

Control emocional

El control emocional o autocontrol es la capacidad de gestionar de manera correcta nuestras emociones, las experimentemos y expresemos adecuadamente, tanto las positivas como las negativas.

¿Qué ocurre si no tenemos control emocional?

Sentir las emociones es algo inevitable (ira, miedo, tristeza, alegría…), debemos de dejar que la emoción nos invada y saber gestionarla correctamente. Si reprimimos una emoción o nos negamos a experimentarla tarde o temprano, la expresaremos de manera impulsiva y con mayor intensidad que si lo hubiésemos hecho en el momento adecuado, llegando a generar consecuencias negativas.

Igualmente, pasa en el caso contrario, si en vez de reprimir la emoción, la expresamos de manera exagerada sin ningún tipo de control. Esto hace que tu bienestar emocional se vea afectado. Por eso es tan importante aprender a controlarlas.

Sin el control emocional puede ser que se dispare el miedo en donde no existe una amenaza real y conlleve a un trastorno de ansiedad, o que al no controlarlas a lo largo del tiempo el cerebro mantenga ese estado desarrollando una depresión.

Beneficios del control emocional

El control emocional es una tarea que debemos de ir aprendiendo día a día, tanto adultos como niños, para poder desenvolvernos de manera adecuada en nuestra vida diaria y no tener que negar o reprimir nuestras emociones, como hemos mencionado antes.

Tener autocontrol conlleva varios beneficios como pueden ser:

  •  Aumenta la autoestima.
  • Mejora la sensación de bienestar.
  •  Es importante a la hora de tomar decisiones, ya que ayuda también a pensar con claridad.
  • Disminuye el estrés en situaciones de mucha presión.

¿Cómo sé si tengo falta de control emocional?

Algunos síntomas de falta de control emocional pueden ser:

  • Actuar sin pensar y sin importarles las consecuencias de su comportamiento.
  • Enfadarse habitualmente.
  • Deprimirse en situaciones que conllevan mucho estrés.
  • Distraerse con facilidad y no mantener la atención en una actividad mucho tiempo.
  •  Impaciencia.
  • Reaccionar impulsivamente.

Técnicas para entrenar el control emocional

Vamos a citar algunas de las técnicas de control emocional que se utilizan, siempre puedes entrenarlas o que un profesional te ayude a ello.

Respiración: es una de las técnicas más comunes, para sacarte de situaciones emocionales intensas. Debes inhalar profundamente y exhalar despacio cuantas veces te sea necesario hasta sentirte mejor. No debes forzar la respiración, solo hacerla un poco más lenta e intensa de lo normal. Si quieres saber si lo estás haciendo bien, coloca una mano en el abdomen y otra en el pecho y únicamente se debe de mover la mano que tienes en el abdomen.

Afirmaciones positivas: para poder llenar nuestra mente de afirmaciones positivas, debemos de sacar los pensamientos negativos, primero detectándolos para saber que es lo que genera y mantiene esas emociones negativas. Una vez que hayamos detectado esos pensamientos es útil escribirlos y al lado el pensamiento positivo que lo sustituiría. Cuando se ha hecho varias veces, la técnica seguramente sea más fácil de pasar de lo negativo a lo positivo y de manera más automática.

En esta técnica seguramente necesitemos la ayuda de un profesional que nos guíe en la detección de esos pensamientos que al estar automatizados y ser algo tan común podemos no darnos cuenta de su negatividad.

Detención del pensamiento: cuando te empieces a notar nervioso presta atención a los pensamientos negativos que estás teniendo. Cuando los tengas identificados di una palabra que pare ese pensamiento como por ejemplo: “¡Basta!”, “¡Para!” “Stop!”. Luego piensa en afirmaciones positivas.

Similar a la técnica anterior, se pueden hacer en conjunto y al tener la misma complejidad es aconsejable trabajarlo con un profesional.

Ensayo mental: esta técnica es útil para antes de afrontar situaciones donde posiblemente no nos sintamos seguros y haya posibilidad de que se disparen las emociones. Consiste en imaginarte que estás en esa situación y hacer y decir lo que piensas hacer en esa situación varias veces para sentirte más relajado y seguro de ti mismo. Puedes ayudarte diciéndote a ti mismo que lo estás haciendo bien, te sientes relajado, la otra persona se va a sentir cómoda, etc.

Razonamiento lógico: analizar en el momento el pensamiento negativo y razonarlo de manera lógica. Por ejemplo: si piensas que eres una persona que no sirve para nada y te viene la frustración y la tristeza, preguntarte: ¿verdaderamente no sirvo para nada?, ¿qué hago en mi día a día que hace que me sienta útil?

Conversar con un amigo o familiar: muchas veces el hablar con una persona que nos genera confianza hace que veamos el problema o los pensamientos de otro punto de vista, ayudándonos a controlar y encauzar nuestras emociones.

Meditación: centrar la mente en el aquí y el ahora, así paramos todos los pensamientos y nos mantenemos en las sensaciones y lo que está ocurriendo en ese momento.

Como hemos dicho el control emocional es clave para una buena salud mental, si tienes problemas de autocontrol u otro problema psicológico, podemos ayudarte en nuestra clínica en Málaga.

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