La palabra lumbalgia solo hace referencia al síntoma: dolor (algia) en la zona lumbar (parte baja de la espalda). El origen de este dolor lumbar puede ser muy variado y su gravedad depende de su origen. ¿Es de origen muscular, articular, discal, ligamentoso, nervioso?, solo una buena exploración nos dará la respuesta.
Causas del dolor lumbar
Es difícil establecer en muchos casos una causa concreta del dolor lumbar porque en muchas ocasiones dos causas pueden darse simultáneamente. A continuación expondremos en cuatro grandes bloques la causas principales de la lumbalgia:
Enfermedades degenerativas: en este apartado incluimos la artrosis principalmente. En nuestro artículo sobre artrosis entenderás mejor esta enfermedad.
Postural: la zona lumbar necesita principalmente movimiento y una correcta alineación para permanecer en un estado óptimo. Cuando permanecemos mucho tiempo sentados, de pie o realizando actividades en posturas incorrectas ponemos en peligro nuestra integridad lumbar.
Sobrecarga: esfuerzos repetidos o, como leímos en el apartado anterior, malas posturas puede sobrecargar nuestro sistema muscular o ligamentoso y producir dolor.
Traumatismo: un golpe directo o movimiento brusco puede lesionar alguna de las estructuras de nuestra columna lumbar.
Origen de dolor lumbar: Hernia discal vs. Protrusión discal
El disco intervertebral es una estructura en forma de disco que se sitúa entre dos vértebras, amortiguando el peso y garantizando la movilidad. Su estructura es fibrosa en el exterior y gelatinosa en el núcleo. Cuando el tejido fibroso empieza a desgastarse o fisurarse, pueden aparecer hernias o protrusiones.
Protrusión: el anillo fibroso exterior se desgasta, por una parte, debilitándose. De este modo el núcleo gelatinoso avanza por ese sector, abombando la forma del disco. Este abombamiento se llama protrusión y puede en algunos casos irritar la raíz nerviosa.
Hernia: el anillo fibroso se rompe completamente dejando salir al exterior parte del núcleo gelatinoso. Es un caso más severo y puede también irritar la raíz nerviosa generando otros síntomas aparte del dolor lumbar.
Ciática: dolor lumbar + dolor en la cara posterior de la pierna
Esta palabra hace referencia al dolor neural provocado por la compresión de una o varias raíces del nervio ciático (nervio que recoge la sensibilidad y contrae los músculos de la cara posterior del muslo y de la rodilla hacia abajo). Este nervio se forma por varias raíces nerviosas que “nacen” de la región lumbar baja y de algunos niveles sacros. En algunos casos, siendo los más graves, podemos perder sensibilidad y fuerza en el miembro inferior. En este caso debemos tomarlo como una urgencia médica.
No debemos confundir una ciática de origen lumbar con una falsa ciática. Se trata de un dolor en la cara posterior del muslo y que no sobrepasa el nivel de la rodilla. Generalmente, está provocado por una compresión o tensión del nervio ciático en un punto distinto a su origen (muy a menudo en su paso por un músculo de la zona glútea: EL PRIAMIDAL).
También existen casos en los que la sensación de dolor baja por la cara anterior del muslo. En este caso la patología se llama Cruralgia. Aparece por compresiones de las raíces nerviosas en niveles superiores de la región lumbar.
¿Se puede acabar con el dolor lumbar?
Claro que sí. Lo primero es buscar el origen del dolor, tanto con la información obtenida en el médico, con todas las pruebas realizadas y mediante la valoración funcional del fisioterapeuta. Una vez determinada la causa, si el tratamiento de elección es conservador, se pondrá en marcha el tratamiento adecuado para resolver el problema. Se adaptará a cada caso y patología.
Consejos para mejorar el dolor lumbar
Consulta a un profesional: lógicamente el primer consejo es consultar a un profesional sobre tu dolor lumbar. Como hemos aprendido en este texto, las causas pueden ser muy variadas y las lesiones de diferente gravedad. Si mi dolor lumbar es muy intenso o cursa con síntomas en una o las dos piernas, acude rápidamente a tu médico.
Controla la postura: es un mantra muy repetido que la postura es un factor principal que nos permite evitar el dolor lumbar. Tanto para trabajos físicos como para trabajos estáticos (oficina) debemos respetar al máximo nuestra posición. Otro aspecto importante es evitar permanecer sin moverse mucho tiempo. Si permanecemos tumbados o sentados largo rato, nuestro dolor lumbar puede empeorar. Cambiar de posición y moverse con frecuencia ayuda a reducir las molestias. Consulta con tu fisioterapeuta qué movimientos puedes hacer.
Evita cargar peso o forzar la zona: una cosa es no hacer reposo absoluto y otra muy diferente es continuar con actividades agresivas como si nada.
Dormir bien: generalmente la manera correcta de dormir es bocarriba o de lado. Si te duele la zona lumbar intenta dormir sobre la espalda colocando bajo las piernas tantos cojines como sea necesario para elevar las piernas hasta un punto en el que el dolor desaparezca.
Calor: en casos donde el dolor es de origen muscular puede ser un útil aliado. En caso de duda pregunta a tu profesional sanitario de referencia.
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