Definimos la frustración como el sentimiento que se genera cuando esperamos recibir algo o tenemos unas expectativas y no se cumplen.
Cuando la frustración nos invade y no sabemos como manejarla, reaccionamos con emociones como la ira o la ansiedad, obteniendo consecuencias negativas para nuestro bienestar.
¿Por qué nos frustramos? Baja tolerancia a la frustración
Generalmente, nos frustramos porque tenemos unas expectativas más altas de las que deberíamos o basada en deseos que no son improbables que ocurran. A veces, puede ocurrir que haya errores de cálculo, apreciaciones incorrectas o sesgos emocionales que nos llevan a la frustración.
Todos nos creamos expectativas, soñamos, nos ilusionamos, pero debemos de tener presente que la frustración está ahí esperando para aparecer en cualquier momento. Para que esto no ocurra debemos saber manejar ese sentimiento de frustración y es importante que desde pequeños nos enseñen a manejar este tipo de emoción.
Las personas que se frustran con más facilidad se les atribuyen una baja tolerancia a la frustración, esto puede ocurrir porque la persona tenga un razonamiento rígido y no sea capaz de adaptarse a las situaciones que se van generando de manera inesperada. Estas personas además tienen unas cogniciones distorsionadas que no se corresponden con la realidad y falta de inteligencia emocional (identificar, comprender, regular y expresar emociones).
Factores que causan la frustración
- El carácter o temperamento de la persona puede influir a que sea más propenso a la frustración
- En occidente es mucho más habitual que las personas experimentemos este tipo de emociones, ya que vivimos en una sociedad que busca la inmediatez y no somos capaces de esperar.
- Dificultad para identificar, comprender, regular y expresar emociones.
- Padres o familiares cercanos que tienen baja tolerancia a la frustración.
- Interpretar de manera errónea las señales, llegando a aumentar la frustración al desvirtuar la situación en la que se encuentra.
¿Qué hacer ante una situación de frustración?
- IDENTIFICA qué fue lo que te llevó a esa emoción de frustración: esto nos permitirá ver el problema desde otro punto de vista y posiblemente a saber como actuar si vuelve a pasarte la misma situación.
- ACEPTA lo que pasó y lo que sientes: a veces arrastramos durante bastante tiempo frustraciones pasadas. Para que esto no ocurra debemos aceptar que pasó, como nos sentimos en ese momento y ser conscientes que todos cometemos errores, nos enfadamos y frustramos pero debemos de aceptar y gestionar esos sentimientos para poder seguir avanzando.
- APRENDE de los errores: pensamos que la frustración es un fracaso, pero si le damos la vuelta y la convertimos es aprendizaje nos irá mucho mejor. Sabemos que no debemos hacer en un futuro y eso ya es una gran ventaja.
- RECONOCE tus límites: cada vez más a menudo escuchamos que podemos hacer todo lo que nos propongamos, que no tenemos límites, pero eso a la larga hace mucho daño y aumenta la frustración. Podremos hacer muchas cosas, o intentar hacerlas, pero tenemos que ser conscientes que somos humanos, que tenemos límites y que todo el mundo no puede hacer todo y es totalmente aceptable.
- REELABORA METAS: establece objetivos realistas. Si has visto que esa meta que estableciste no ha llegado a ocurrir, una vez que hemos identificado la causa y la hemos aceptado, planificaremos otras metas con objetivos a corto plazo realistas. Es de gran ayuda que cada objetivo, por pequeño que sea, lo celebremos y nos animemos a seguir hacia delante.
- Sé PACIENTE: como hemos dicho, vivimos en una sociedad de inmediatez, lo queremos todo ya, sin esperas y eso es imposible la mayoría de las veces. Tenemos que trabajar la paciencia, ya que es una buena herramienta contra la frustración.
- Sé AUTOCOMPASIVO: no somos máquinas, no podemos tener todo bajo control, muchos factores no dependen de nosotros. Cuando sintamos que hemos fallado, pensemos en que no todo es culpa nuestra y si lo es, tenemos derecho a equivocarnos y no por ello hemos fracasado o somos inútiles.
Estos son algunos tips para manejar la frustración, puede ser que se te de bien entrenarlos por tu cuenta, pero en ocasiones se necesita ayuda profesional para aprender a gestionar este tipo de problema. Nosotros podemos ayudarte si lo necesitas con la gestión de la frustración u otro tipo de problema psicológico en nuestra clínica en Málaga.