Marc-André ter Stegen, portero del FC Barcelona, ha sufrido una de las lesiones más complicadas para un atleta profesional: la rotura del tendón rotuliano. Este tipo de lesión puede ser devastadora, especialmente para deportistas de alto rendimiento que requieren estabilidad y potencia en sus rodillas para ejecutar movimientos explosivos. Tras confirmarse la lesión, Ter Stegen fue sometido a una cirugía y se espera que su recuperación tome varios meses, con un proceso que incluirá tanto rehabilitación como readaptación deportiva.
¿En qué Consiste la Lesión?
El tendón rotuliano se encuentra en la parte frontal de la rodilla y conecta la rótula con la tibia. Es responsable de permitir la extensión de la rodilla, un movimiento esencial para caminar, correr, saltar y, en el caso de un portero de fútbol, realizar paradas y saltos en cada partido. La rotura de este tendón se produce generalmente por un esfuerzo excesivo o un traumatismo directo. Al romperse, la capacidad de extender la rodilla se pierde completamente, lo que imposibilita la función básica de la pierna afectada.
Tratamiento Quirúrgico
La única solución eficaz para una rotura completa del tendón rotuliano es la cirugía. Durante el procedimiento, el cirujano repara el tendón mediante suturas especiales que lo vuelven a unir a la rótula y la tibia. Dependiendo de la gravedad de la rotura, en algunos casos también se pueden utilizar refuerzos adicionales, como injertos de tejido para asegurar una recuperación más sólida. Una vez finalizada la cirugía, el tendón debe pasar por un proceso de cicatrización que toma varias semanas, tiempo en el cual la rodilla se inmoviliza parcialmente para evitar complicaciones.
Este tratamiento es el primer paso hacia la recuperación, pero la verdadera rehabilitación comienza cuando el paciente está listo para iniciar fisioterapia.
Primeras Fases de la Fisioterapia
Una vez realizada la cirugía, comienza la fase inicial de la fisioterapia, cuyo objetivo es controlar el dolor y la inflamación, prevenir la atrofia muscular y restaurar gradualmente el movimiento de la rodilla. En esta etapa, se utilizan una variedad de técnicas para favorecer la recuperación:
Terapia Manual
Se realiza para movilizar la rodilla, evitar la rigidez articular y mejorar la circulación sanguínea. Esta técnica incluye movimientos suaves y pasivos de la rodilla para mantener la movilidad sin causar tensión sobre el tendón en recuperación. Otro aspecto importante a trabajar es la buena cicatrización, evitando adherencias.
Drenaje Linfático
Para reducir la inflamación, el drenaje linfático es clave. En ocasiones, se puede complementar con presoterapia, un tratamiento que utiliza presión controlada para ayudar a reducir la retención de líquidos y mejorar el retorno venoso.
INDIBA
Esta tecnología, utilizada frecuentemente en la fisioterapia deportiva, emplea radiofrecuencia para estimular la regeneración de tejidos, reducir el dolor y mejorar la cicatrización del tendón afectado. Es especialmente útil en las primeras fases de la rehabilitación, ya que acelera el proceso de recuperación sin invadir el área quirúrgica.
Magnetoterapia
Utilizada para ayudar en la consolidación ósea y la cicatrización de tejidos blandos, la magnetoterapia es otro complemento valioso. Funciona generando campos electromagnéticos que favorecen la regeneración celular y disminuyen la inflamación.
Durante esta fase, es esencial que el paciente mantenga el control sobre sus movimientos para evitar sobrecargar el tendón mientras este se encuentra en un estado vulnerable.
Fase de Readaptación
Con el paso de las semanas y una vez que el tendón ha cicatrizado en su totalidad, el siguiente paso en el proceso de rehabilitación es la readaptación funcional. En esta fase, el fisioterapeuta trabaja mano a mano con el preparador físico para asegurar que el paciente recupere la fuerza y estabilidad de la rodilla.
El enfoque de esta fase dependerá de la evolución del paciente y la respuesta a los estímulos, pero típicamente se incluyen:
Fortalecimiento Progresivo
Se introducen ejercicios de fortalecimiento de los músculos del cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos estabilizadores de la cadera. Estos ejercicios se inician sin carga o con cargas muy ligeras y se incrementan gradualmente.
Progresión de la Carga
Dependiendo de la fase de la recuperación, el paciente comenzará a soportar su peso en la pierna afectada. Esto incluye ejercicios de peso corporal como sentadillas parciales, y eventualmente saltos y desplazamientos laterales, que son esenciales para la función de un portero de fútbol.
Movimientos Específicos del Deporte
Conforme se va avanzando, la rehabilitación se adapta a las exigencias del deporte. Esto incluye simulaciones de las actividades que un portero realiza en el campo, como cambios de dirección rápidos, saltos y aterrizajes controlados.
Trabajo de Propriocepción
Trabajar la propiocepción mejora la estabilidad y el control de la rodilla es clave para evitar recaídas. Ejercicios en superficies inestables o con el uso de bandas elásticas son fundamentales para asegurar que la rodilla sea capaz de responder correctamente a los movimientos dinámicos.
Fase de Reatletización
El objetivo final de la rehabilitación es asegurar que el jugador pueda volver al campo con las máximas garantías. Para ello, se inicia una fase de reatletización, que consiste en la adaptación física y mental a las demandas del deporte. Esta fase incluye:
Entrenamiento de Alta Intensidad
Se trabajan sprints, saltos, caídas controladas y movimientos explosivos. Aquí es donde el fisioterapeuta y el preparador físico ajustan los entrenamientos para asegurar que el jugador pueda soportar la intensidad de los partidos sin poner en riesgo su rodilla.
Simulación de Partidos
Una vez que el jugador ha recuperado la fuerza y estabilidad necesarias, se introducen ejercicios de simulación de partido, para que recupere la confianza en su rodilla y garantizar un “return to play” seguro. La reatletización es un proceso crítico para garantizar que el jugador vuelva a competir al nivel que tenía antes de la lesión.
Pronóstico
La rotura del tendón rotuliano es una lesión que requiere tiempo y paciencia. El pronóstico general para este tipo de lesiones es de entre seis a ocho meses de recuperación, siempre que el proceso quirúrgico y de rehabilitación transcurra sin complicaciones.
Aunque la lesión es grave, con un enfoque adecuado de tratamiento y fisioterapia, es posible que Ter Stegen vuelva a su máximo nivel competitivo. Sin embargo, es esencial un manejo cuidadoso para evitar recaídas o complicaciones a largo plazo.
El trabajo conjunto entre médicos, fisioterapeutas y preparadores físicos, más la colaboración del paciente, será clave en la recuperación del portero.
Para cualquier consulta, visita nuestra clínica de fisioterapia en Málaga.