Cuando la vida nos presenta desafíos físicos, a menudo necesitamos adaptarnos y encontrar nuevas formas de seguir adelante. En estos momentos, las muletas se convierten en un valioso compañero en este viaje hacia la recuperación de la movilidad. En esta guía, te llevaremos paso a paso a través de todo lo que necesitas saber sobre cómo utilizar las muletas de manera efectiva y segura.
Así que, si estás listo para aprender cómo hacer de las muletas tu aliado en el camino hacia una recuperación exitosa, ¡sigue leyendo! Te guiaremos a través de cada paso para que puedas moverte con comodidad y seguridad hacia un futuro más activo y saludable. ¡Vamos a empezar!
¿Cómo ajustar la muleta?
La correcta altura de tu muleta es esencial para garantizar comodidad, estabilidad y seguridad mientras caminas. Aquí tienes un sencillo proceso para ajustar la altura:
- Posición de inicio: Comienza de pie en una posición natural y relajada, con los brazos colgando a los lados del cuerpo.
- Empuñadura: Coloca la empuñadura al nivel de la articulación de tu muñeca cuando tu brazo está ligeramente flexionado. Debe ser una posición cómoda para agarrarla.
- Estabilidad: Una vez que hayas ajustado la altura, asegúrate de que la muleta esté estable y que la empuñadura sea cómoda de sostener. Asegúrate que el extremo de goma es antideslizante, para evitar resbalones.
- Prueba: Realiza algunos pasos para asegurarte de que la altura sea la adecuada. Deberías sentirte equilibrado y cómodo mientras caminas.
Recuerda que estos son solo consejos generales y que la altura exacta puede variar según tu altura y cuerpo. Asegúrate de que la muleta esté bien ajustada antes de cada uso para evitar molestias y lesiones. Si tienes dudas sobre cómo ajustarla, considera consultar a un profesional de la salud o un fisioterapeuta para obtener orientación personalizada.
Desplazarse con muletas sin apoyar la pierna lesionada
Andar con muletas sin apoyar la pierna afectada puede ser un desafío al principio, pero con práctica y paciencia, puedes lograrlo. Aquí tienes una guía paso a paso para hacerlo de manera segura:
- Posición Inicial: Asegúrate de que las muletas estén ajustadas a la altura adecuada, como se explicó anteriormente en nuestra guía. Mantén una postura erguida y relajada.
- Distribución de Peso: Coloca tu peso en la pierna no afectada. La pierna afectada no debe tocar el suelo en ningún momento durante el movimiento.
- Paso: Coloca ambas muletas delante de ti, ligeramente hacia afuera, para no chocar con ellas al avanzar. Desplaza el peso hacia las muletas (delante de ti), aprieta fuerte los brazos manteniendo los codos extendidos y balancéate hacia delante despegando el pie sano del suelo. Éste debe aterrizar por delante de las muletas.
Recuerda que dominar esta técnica puede llevar tiempo, así que sé paciente contigo mismo. Siempre busca la orientación de un fisioterapeuta o profesional de la salud para obtener consejos específicos para tu situación.
Desplazarse con una muleta y apoyo parcial
- Posición de la Muleta: La muleta debe estar en el lado opuesto a la pierna lesionada. Por ejemplo, si tu pierna derecha está lesionada, sostén la muleta con la mano derecha y viceversa. Asegúrate de que la muleta esté siempre ligeramente separada del pie, para no tropezar al caminar.
- Movimiento Coordinado: Avanza la muleta y la pierna lesionada al mismo tiempo, mientras mantienes la pierna sana en su lugar. De esta manera al tocar el suelo podrás repartir el peso entre tu miembro inferior afectado y la muleta.
Después con el peso repartido, avanza la pierna sana y colócala por delante de tu otro pie, como si hicieras un paso normal.
Repite el proceso para seguir desplazándote.
Subir y bajar escaleras con muletas
Una situación que puede generar estrés cuando andamos con muletas es subir y bajar escaleras. En cualquier caso (ya sea con apoyo parcial o sin apoyo), sube y baja cerca de la barandilla lateral por seguridad. En esta explicación tomaremos como ejemplo esta situación pero con apoyo parcial:
Seguimos manteniendo la muleta en el lado contrario de la pierna lesionada, como explicamos en el apartado anterior.
- Para subir escaleras, coloca primero la pierna sana en el siguiente escalón y luego sube la pierna afectada y la muleta.
- Para bajar escaleras, coloca primero la muleta y la pierna afectada en el siguiente escalón, y luego baja la pierna sana.
Una regla mnemotécnica que ayuda a recordarlo es la siguiente:
- Al cielo suben las buenas personas, por lo tanto para subir escaleras se comienza subiendo la pierna “buena”
- Al infierno bajan las malas personas, por lo tanto para bajar escaleras bajamos primero la pierna “mala” (obviamente con la ayuda correspondiente de la muleta).
Aprender a utilizar estas herramientas de manera adecuada es esencial para tu comodidad y seguridad mientras avanzas hacia la recuperación. Sin embargo, es igualmente importante recordar que el camino hacia la recuperación no se trata solo de las muletas, sino de tu resiliencia y determinación para superar los desafíos que se presentan.
Siempre busca la orientación de profesionales de la salud, como fisioterapeutas, quienes pueden ofrecer asesoramiento específico y diseñar un programa de rehabilitación que se adapte a tus necesidades individuales.
Para cualquier consulta, visita nuestra clínica de fisioterapia en Málaga.