¡La emoción está en el aire mientras Málaga se prepara para acoger la edición 2024 de la Copa del Rey de Baloncesto en febrero! Este año, las miradas están puestas en Unicaja, que como equipo anfitrión se presenta como uno de los favoritos para la competición.
Mientras nos preparamos para vivir intensos partidos y momentos emocionantes en la cancha, queremos aprovechar esta ocasión para explorar un aspecto fundamental del baloncesto: las lesiones. Este deporte dinámico, rápido y de impacto , por lo que presenta desafíos físicos únicos para los atletas.
En nuestro artículo, nos sumergiremos en las lesiones más frecuentes que pueden afectar a jugadores de baloncesto. Desde esguinces de tobillo hasta lesiones de rodilla, abordaremos cómo la fisioterapia desempeña un papel esencial en la prevención y recuperación de estos contratiempos.
Características del baloncesto
El baloncesto, un deporte de intensidad y agilidad, presenta características únicas que influyen en el tipo de lesiones que los jugadores pueden enfrentar. La combinación de saltos frecuentes, cambios de dirección rápidos y el contacto físico constante hace que este deporte sea propenso a ciertos tipos específicos de lesiones.
Dada la naturaleza del baloncesto, las lesiones que los jugadores enfrentan con mayor frecuencia pueden clasificarse en dos categorías principales:
Lesiones Traumáticas
Las lesiones traumáticas suelen ser el resultado de eventos repentinos o impactos durante el juego. Incluyen esguinces, fracturas y contusiones, y son consecuencia directa de situaciones imprevistas, como caídas, colisiones o giros bruscos.
Lesiones por Sobreuso
Por otro lado, las lesiones por sobreuso se desarrollan gradualmente debido a la repetición constante de ciertos movimientos. Estas lesiones incluyen tendinopatías, fascitis plantar y otras condiciones derivadas de la tensión continua en músculos y articulaciones.
Lesiones traumáticas en Baloncesto
El dinamismo del baloncesto, con sus movimientos rápidos y contacto constante, puede dar lugar a diversas lesiones traumáticas que afectan a los jugadores. En esta sección, exploraremos algunas de las lesiones más comunes y sus características específicas, así como estrategias de prevención asociadas.
Esguinces de Tobillo
Las rápidas transiciones y saltos en el baloncesto aumentan el riesgo de esguinces de tobillo, especialmente cuando un jugador aterriza sobre el pie de otro o al frenar en apoyo de un solo pie sobre una carrera intensa. Estos eventos pueden causar estiramientos excesivos de los ligamentos, resultando en esguinces.
Rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)
Los cambios de dirección bruscos y giros en el aire, comunes en el baloncesto, pueden contribuir a la rotura del LCA, una lesión seria que requiere intervención quirúrgica. Se trata de un proceso de recuperación lento, que suele durar varios meses.
Golpes en la Cara y Fracturas Nasales
El contacto físico, como los bloqueos o choques con adversarios, puede resultar en golpes en la cara, incluso llevando a fracturas nasales. También es común los manotazos en la cara en los lances del juego.
Lesiones en los Dedos
En situaciones de pases rápidos o tiros potentes, los jugadores pueden sufrir lesiones en los dedos al ser golpeados por el balón.
Lesiones por sobreuso en Baloncesto
Como comentamos con anterioridad, en este deporte, los movimientos repetitivos puede llevar a lesiones por sobreuso, Aquí, analizaremos algunas de las lesiones por sobreuso más comunes:
Tendinopatías de Miembro Inferior
Movimientos como los saltos pueden generar un exceso de carga de trabajo en los tendones. Si la carga es excesiva y no se pone solución a tiempo puede desembocar en tendinopatías. Las más comunes se localizan en el Tendón Rotuliano (en la rodilla) y el Tendón de Aquiles (en el tobillo).
Fascitis Plantar
El peso y la altura de los jugadores pueden contribuir al desarrollo de fascitis plantar, una inflamación del tejido en la planta del pie. Son lesiones con las que el jugador puede convivir un tiempo, pues en fases iniciales no son invalidantes. Sin embargo, pueden llegar a limitar la práctica deportiva en manifestaciones más graves-
Fracturas por Estrés en Huesos del Pie
La constante carga de saltos puede llevar a fracturas por estrés en los huesos del pie. El hueso se debilita progresivamente por los impactos y genera un edema óseo. Si los traumatismos continúan sobre ese tejido debilitado, puede finalizar por fracturarse.
Lesiones de Espalda
La fisionomía de los jugadores y la posición agachada durante el juego pueden resultar en sobrecargas o lesiones lumbares. De por sí, las personas altas suelen tener más propensión a ciertas complicaciones a nivel de la columna vertebral. Si a esto le sumamos la exigencia de un deporte como el baloncesto, el resultado puede no ser agradable.
Roturas Musculares
La acumulación de minutos y el exceso de fatiga pueden aumentar el riesgo de roturas musculares. Programas de entrenamiento bien planificados, gestión de la carga y una recuperación adecuada son esenciales para prevenir este tipo de lesiones.
Fisioterapia en Baloncesto
La fisioterapia desempeña un papel vital en el tratamiento y la prevención de lesiones en el baloncesto. Dependiendo de si nos enfrentamos a lesiones traumáticas o por sobreuso, las estrategias y enfoques varían.
Fisioterapia en Lesiones Traumáticas
En el caso de lesiones traumáticas, el enfoque principal de la fisioterapia es la recuperación y la readaptación del jugador hasta la vuelta al juego.
En las fases iniciales, se busca favorecer la reparación del tejido, absorber el proceso inflamatorio, reducir el dolor y preservar e incrementar capacidades como la movilidad y la fuerza, dentro de los límites permitidos por la fase de recuperación. Debemos pensar por ejemplo en una rehabilitación tras rotura del LCA y su consecuente operación quirúrgica. El fisioterapeuta irá poco a poco quemando etapas de este largo proceso, intentando que sea lo más rápido pero seguro posible.
Posteriormente, se implementa la readaptación para garantizar un retorno seguro al juego (return to play). El trabajo de recuperación se solapa con la función del preparador físico. En estos caso se trabaja codo a codo para aumentar las posibilidades de éxito terapéutico.
Fisioterapia en Lesiones por Sobreuso
En el caso de lesiones por sobreuso, la fisioterapia se divide en dos fases clave: preventiva y de recuperación.
Fase Preventiva
La prevención es fundamental, y junto con el preparador físico, se incorpora trabajo específico para reducir las posibilidades de lesiones. Ejercicios de fortalecimiento, técnicas de aterrizaje seguras y enfoques de carga de entrenamiento bien planificados son esenciales para minimizar el riesgo.
Fase de Recuperación
En caso de lesiones ya existentes, la fisioterapia aborda tanto la gestión del dolor como la inflamación en las fases iniciales. Luego, se implementan programas de ejercicio terapéutico para recuperar el tejido afectado. Finalmente, se enfoca en capacitar al atleta, asegurando que vuelva a la actividad sin riesgo de recaída.
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