El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que se desencadena por una situación aterradora, impactante o peligrosa (guerra, accidente automovilístico, agresión sexual…), ya sea experimentada o presenciada.
Es normal sentir miedo durante y después de estas situaciones, ya que el miedo desencadena la respuesta de “lucha o huida”, así el cuerpo se protege de posibles peligros. Después de la situación hay dificultades para adaptarse y afrontarlas, pero con el tiempo y autocuidado generalmente mejora. Si los síntomas empeoran durando meses o años e interfieren en la vida diaria es posible que se haya desarrollado un TEPT y tengamos que ponernos en manos de profesionales.
Un poco de historia sobre el Trastorno de Estrés Postraumático
Hipócrates ya mencionaba pesadillas relacionadas con los combates de algunos soldados supervivientes de algunas batallas.
En el s.XVIII Pinel, padre de la psiquiatría moderna, describe los síntomas experimentados por el filósofo B. Pascal después de un accidente de su carruaje al caer por el río Sena, donde estuvo a punto de ahogarse. Se describe que tenía pesadillas en las que caía por un precipicio por el lado izquierdo llegando a poner una silla a ese lado de la cama para no caerse.
Además Pinel describe la “neurosis cardiorespiratoria” y los estados postraumáticos estuporosos que denominó “idiotismo” (esto correspondo con el concepto de “neurosis de guerra” que aparece más tarde).
A finales del s.XIX cobraron importancia los aportes de Charcot, Janet y Freud. Janet en sus primeros cuatro libros describe cuadros clínicos que casi la mitad eran trastornos psicopatológicos de origen traumático.
Freud, en la primera etapa de psicoanálisis atribuyó el origen de la neurosis a experiencias traumáticas el pasado. Para él, el trauma se refería a una situación específica en la biografía del paciente quien no podía integrar el hecho de forma consciente a la experiencia vivida.
La I guerra mundial nos dio el término “shell shock” que aludía a las reacciones de los soldados en el frente a causa de las explosiones de las minas y granadas o la muerte de algún compañero, que provocaba mutismo, sordera, temblores, perdida de conciencia, pseudoconvulsiones…
Kardiner , que trató a veteranos de la I guerra mundial, publicó un libro “The traumatic neuroses of war” donde postuló que la neurosis de guerra correspondía a una fisioneurosis, en la que el trauma desencadenaba síntomas físicos y psicológicos.
A partir de entonces los psiquiatras americanos implementan un sistema de detección de posibles psicopatologías por parte de los soldados antes de mandarlo al campo de batalla.
En nuestros días el TEPT está reconocido en los libros diagnósticos DSM y CIE y desde su primera edición lo está, únicamente han sufrido variaciones adaptándose a los problemas que van surgiendo y que provocan este tipo de psicopatología.
Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático
Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después, al mes o incluso al año de haber experimentado el hecho traumático. Estos síntomas provocan problemas graves en su vida diaria y relaciones sociales, laborales y personales.
Se divide los síntomas en cuatro bloques:
1. Síntomas de recuerdos intrusivos:
- Experimentar flashbacks o revivir el hecho como si estuviese sucediendo de nuevo, incluso son síntomas físicos como palpitaciones y sudoración.
- Sueños perturbadores o pesadillas sobre el hecho traumático.
- Pensamientos angustiantes.
- Sufrimiento emocional grave o reacciones físicas a algo que recuerde al acontecimiento.
2. Síntomas de evasión:
- Tratar de evitar, pensar y hablar acerca del hecho traumático.
- Evitar lugares, actividades o personas que recuerden a momento traumático.
3. Síntomas cognitivos y del estado de ánimo:
- Pensamientos negativos sobre si mismo, otras personas o el mundo en general.
- Desesperanza de cara al futuro.
- Problemas de memoria y no recordar aspectos importantes del acontecimiento.
- Dificultad para mantener relaciones cercanas.
- Sentirse distanciado de la familia y amigos.
- Falta de interés por actividades que antes le gustaba practicar.
- Dificultad de sentir emociones positivas.
- Sentirse emocionalmente sensible.
4. Síntomas de hipervigilacia y reactividad:
- Asombrarse o asustarse fácilmente.
- Estar siempre alerta.
- Conductas autodestructivas (beber en exceso, conducir temerariamente…)
- Problemas para dormir.
- Dificultad de concentración.
- Irritabilidad, arrebatos de ira o conducta agresiva.
- Sentimientos abrumadores de culpa o vergüenza.
En niños de 6 años o menos puede aparecer:
- Recrear el hecho o aspectos del mismo a través del juego.
- Sueños aterradores.
- Orinarse en la cama.
- Olvidarse de hablar.
- Aferrarse de forma inusual a un adulto.
Situaciones que pueden generar un trastorno de estrés postraumático
- Exposición al combate.
- Maltrato/agresión física.
- Violencia sexual.
- Ser amenazado con un arma.
- Un accidente.
- Incendios.
- Desastres naturales.
- Robos.
- Secuestros.
- Ataques terroristas.
Causas del trastorno de estrés postraumático
Aunque no hay una causa específica del trastorno de estrés postraumático, se piensa que puede ser una combinación compleja entre:
- Experiencias estresantes: la cantidad y la gravedad de los traumas que haya vivido en su vida.
- Riesgos de problemas mentales hereditarios: como depresión o ansiedad.
- Características hereditarias del temperamento.
- Forma en que el cerebro regula los neurotransmisores y las hormonas que el organismo libera en respuesta al estrés.
Factores de riesgo del trastorno de estrés postraumático
- Las mujeres tienen más probabilidades de padecer este trastorno.
- Pasar por una situación traumática intensa y/o duradera.
- Haber pasado otro trauma anteriormente.
- Tener un trabajo que aumente el riesgo de exposición a situaciones traumáticas (p.e: servicio militar, bombero…)
- Tener otros problemas de salud mental.
- Tener problemas de abuso de sustancias.
- Carecer de una buena red social (familia y amigos)
- Tener familiares cercanos con problemas psicológicos.
Además, cuando una persona padece trastorno de estrés postraumático tiene más riesgo de padecer: depresión, ansiedad, problemas de abuso de sustancias, trastornos de la conducta alimentaria, pensamientos e intentos suicidas.
Factores reductores de la probabilidad de sufrir un trastorno de estrés postraumáticos
- Apoyarse en familia, amigos o grupos de ayuda.
- Aprender a sentirse bien con la manera que se actuó ante el acontecimiento.
- Tener una estrategia de afrontamiento para superar y aprender del evento traumático.
- Estar preparado para ser capaces de responder ante acontecimientos traumáticos cuando ocurran, aunque se tenga miedo.
Tratamiento para el trastorno de estrés postraumático
Los principales tratamientos para el trastorno de estrés postraumático son: la psicoterapia, los medicamentos, o ambos a la vez.
Es importante que cuando se detecten síntomas, por pequeños que parezcan, se busque ayuda en un profesional de la salud mental que nos pueda indicar y ayudar en trabajarlos, para que poco a poco vayan desapareciendo sin llegar a tener consecuencias más graves.
PSICOTERAPIA: ayuda a las personas a identificar las emociones y cambiar pensamientos y comportamientos que estén manteniendo el problema. También ayuda a identificar los factores desencadenantes para así poder controlar los síntomas. Puede ayudar tanto a personas con TEPT como a las familias.
Dentro de la psicoterapia, uno de los tipos más utilizados es la TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL, que puede incluir la terapia de exposición y la reestructuración cognitiva.
Con la EXPOSICIÓN lo que se hace es exponer a la persona a la situación traumática que sufrieron paulatinamente y de manera segura (p.e: ir al lugar donde sucedió, escribir sobre el hecho traumático…), para así poder ir manejando los síntomas que le causa esa situación como la ansiedad.
Con la REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA se ayuda a comprender el evento traumático de manera realista, pues puede ser que la persona se sienta culpable o avergonzada de la situación o la recuerden de manera distorsionada.
MEDICACIÓN: los medicamentos que más se emplean en este tipo de trastorno son los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), para paliar la tristeza, preocupación.
Si tienes alguna duda, quieres más información o necesitas ayuda con este tipo de problema u otro problema psicológico, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en nuestra clínica en Málaga.